Hay una tendencia muy conocida por los chicos de mi barrio. Está en los platos sucios está en los armarios. Algunas veces la encuentras en escenarios. Chanteoma, caminantes marchitos. Chanteoma, por caminos infinitos. Chanteoma mamá no nos quiso llevar porque la rumba marchita nos hace explotar. Chanteoma mamá no nos quiso llevar, pero por suerte nos pudimos encontrar. No hay dinero no hay gracia, sólo la necesidad de hacer explotar a las estatuas. Nadie que ampare a los que rogamos para que la sinfonía no se apague. Libérate chanteomá, kamikaze baldío, no tragues bombas diciendo píos. Sonido de guerra entre las piedras y el río, quemando los caminos muertos de tiro fijo. Hay sembrando afuera de la cerca una masa púrpura con la luna como maestra. Está vegetando desde la percha una raza pesada y desértica. Si el telegrama te llegó interrumpiendo tu hibernación. Si el telegrama te llegó. No te lamentes porque los escalones duelen si pueden llevarte a orillas de la fuente. Enciende tu cabeza y su parabólica. ¡Tás! ¡Tás! Tal vez quieras llorar. Hay una tendencia... Chanteoma. Caminantes marchitos. Chanteoma. Por caminos infinitos. Haber, haber. Dime ¿qué vas a hacer cuando mañana los desiertos nos terminen de comer? Chanteoma ruta paralela apocalíptica. Risas de la ceniza. Flores gritando desde las letrinas. Miles de bendiciones para las neuronas en pista. Insistan. De la destrucción nacerán las rimas. Más. Es el baile medular nadie te va empujar es cosa de libertad. Vino de bien atrás, la comparsa báquica para los amantes de la oscuridad. Y si te parezco incógnito, soy elefante minúsculo, no tengo curación: Soy alérgico a los médicos. Llévenme a la fiesta, que los vacíos no envenenan. Llévenme a la fiesta, que quiero infectar gente muerta. Hay una tendencia desconocida por los chicos de mi barrio. Hay una tendencia desconocida por los chicos de mi barrio. Huye de niños ciegos, de androides encubiertos, algunos dicen que come en los cementerios. Chanteoma una forma de enfrentar los agujeros negros de la mar.